DIOS llenará tu boca de risas y tu lengua de alabanza

DIOS llenará tu boca de risas y tu lengua de alabanza

¿Estás pasando alguna aflicción en tu vida? ¿Crees que ya no hay salida para tu problema? ¿El enemigo te ha quitado la sonrisa que DIOS te dio al nacer?

Amigo o amiga, primeramente déjame decirte que no eres el único o la única a quien le ha tocado vivir una situación difícil. Todos y cada uno de los seres humanos que fuimos puestos por DIOS en este mundo hemos atravesado más de alguna tribulación.

Y si por alguna razón no has tenido ninguna aflicción, no te preocupes, esto es parte de la vida, y te aseguro que más de alguna dificultad vendrá tarde que temprano.

Si leemos nuestro manual que DIOS nos dejó para que aprendamos a vivir esta vida, es decir, si leemos la Santa Biblia, podremos encontrar allí que aquellos hombres escogidos por DIOS Todopoderoso también pasaron grandes aflicciones y estuvieron sometidos a preocupaciones extremas que les quitaba el sueño. El profeta Elías temía que Jezabel le quitara la vida.  El rey David pasó grandes amarguras y muchos problemas.

Sí, así es. Tú no eres el único o única que estás a esta hora pensando en ese problema que ha venido a tu vida.  Y por supuesto, es importante pensar por un momento ¿quiénes somos nosotros para no tener problemas?

Yo desconozco cuál sea tu situación que te está quitando el sueño, pero sí puedo decirte que yo, personalmente, como todo ser humano, igual que tú he pasado por grandes penas en lo más profundo de mi alma, pero de todas esas penas DIOS TODOPODEROSO me ha librado.

Aun estando en las pruebas que para mí fueron las más difíciles DIOS nunca se apartó de mi vida. Él sabía hasta dónde yo podría soportar y en el límite “aparente” de mis fuerzas siempre me salvó.

Hice referencia a la palabra “aparente” poniéndole comillas porque luego que pasé por el fuego de la prueba y del problema me di cuenta que en esa lucha que yo llevaba ya no tenía fuerzas. Es decir, yo con mis fuerzas humanas ya estaba mordiendo el polvo, ya estaba destruido, pero DIOS estuvo siempre conmigo.

Lo que quiero decirte es que algunas veces me encontré yo en desiertos tenebrosos en mi vida y es seguro que me habría quedado tirado allí pero logré salir del desierto porque DIOS me tomó en sus brazos, me cargó todo el camino y me sacó de allí. Nunca me abandonó.

Amigo, amiga, quiero decirte que puedo comprender tu situación y puedo entender que tú creas que ya todo acabó para ti.  Yo mismo estuve en situaciones en que creí que ya no había nada más y que el fin de mi vida había llegado.

Recuerdo cierta situación que me causó tal aflicción en la que le pedí en oración a mi DIOS que estaba consciente que quizás ya era el final de mi vida, pero le pedí que aún en esta última fase de mi existencia en este mundo que no permitiera que el enemigo me destruyera.

Más bien, le pedí a DIOS que me ungiera con aceite fresco, que me diera fuerzas como las del búfalo y que si eran mis últimos días de vida que me permitiera morir de pie en batalla, con la vista siempre hacia ÉL, hacia mi DIOS, hacia mi único refugio en la hora de tribulación.

Y en cada batalla cruenta y en cada momento en que desfallecía DIOS TODOPODEROSO estuvo conmigo, dándome fuerzas como las del búfalo, y algunas veces ya sin fuerzas, DIOS me renovaba nuevamente cada vez que caía al suelo y me postraba ante su Santa Presencia.

Cada lágrima derramada al piso, cada llanto, cada gesto, cada gemido sordo, cada trago amargo en mi garganta, DIOS lo vio. Y nosotros como seres humanos quizás ni entendamos estas cosas porque en realidad nos vemos solos, solitarios, porque a DIOS no lo podemos ver.  Pero yo te puedo asegurar mi amigo o mi amiga que lees estas líneas, allí estaba mi DIOS conmigo.

Y te aseguro a ti que DIOS está contigo también ahora mismo, allí donde te encuentras, quizás estás en tu lugar de trabajo, quizás estás solo o sola en tu casa, quizás estás en un lugar que no es tu casa, quizás estás en tu automóvil, quizás estás en la plena calle, quizás es de día o de noche, no importa, ni el día ni la hora, quiero decirte que DIOS allí está contigo. No tengas miedo.

Igual que tú cuando alguien me decía a mí no tengas miedo, yo solo escuchaba esas palabras únicamente como un eco que llegaba a mi cerebro porque en realidad temblaban mis manos, mi mente estaba entorpecida y un frío intenso inundaba todas mis entrañas.  Pero aun así, llegaba esa palabra, quizás en alguna predicación o quizás en algún canto, y la palabra era: no tengas miedo. Y de esa forma DIOS estaba hablando a mi vida.

Hoy yo te digo: No tengas miedo. No estás solo, no estás sola. DIOS TODOPODEROSO está contigo.

Cuando nos damos cuenta de la realidad de estas palabras, de saber que el DIOS TODOPODEROSO está nosotros, es algo que nuestra mente quizás no pueda entender, pero así es: el DIOS TODOPODEROSO, creador del cielo, tierra y mar, el que conoce los secretos más profundos del universo, aquél que ningún ojo humano ha visto, el DIOS OMNIPOTENTE, ÉL mismo en persona está contigo por medio de su SANTO ESPÍRITU. Amén. Gloria a DIOS.

¡NO TEMAS! Pídele al DIOS ETERNO que te de fuerzas como las del búfalo, que te unja con aceite fresco y que no permita que ni tú ni tu simiente sea destruida.  ¡Amén!

En medio de la aflicción es difícil adorar a DIOS porque la mente está como muerta. En medio de la aflicción es difícil alabar a DIOS porque el cuerpo está como aplastado. En medio de la aflicción es difícil hasta orar al PADRE porque el cerebro lo ha confundido el enemigo.

Pero no te turbes. DIOS está contigo. Si no puedes alabar, si no puedes adorar y si no puedes orar a tu DIOS sólo mantén en tu mente las palabras: la SANGRE DE CRISTO tiene poder. Una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez. Quizás no te de tiempo de pedir nada al DIOS PADRE, pero al decir estas palabras: la SANGRE DE CRISTO tiene poder tú activas el poder de la preciosa sangre de Cordero de DIOS en tu vida y DIOS sabe que le estás alabando, adorando y le estás orando al mencionar que la sangre de CRISTO JESÚS tiene poder. Amén.

DIOS te está viendo cuando estás en medio de la aflicción y el enemigo no te deja hablar o pensar. Pero tu mente puede repetir una y otra vez: ¡la SANGRE DE CRISTO tiene poder! Amén. 

Hay un coro de antaño que se cantaba en las iglesias hace muchos años que dice: “la sangre de Cristo tiene poder para deshacer lo malo de mi ser, la sangre del Señor Jesús, preciosa sangre carmesí, que derramó en la cruz por mí, suficiente es para mí”. Amén.

Por la sangre de Cristo Jesús derramada en el madero, por esa preciosa sangre nosotros no estamos solos hoy, por esa preciosa sangre el DIOS ETERNO que es tan grande que ni los cielos pueden contenerle, por esa preciosa sangre de su HIJO JESUCRISTO hoy nuestro DIOS ETERNO puede estar nosotros en todo momento y en todo lugar, no nos deja y jamás nos abandona. Amén.

Rinde tu vida a nuestro DIOS. Si puedes hacerlo póstrate allí donde estas. Pon tu cabeza al suelo en señal de rendición al DIOS PADRE.

La Santa Biblia dice que la tierra es el estrado de los pies de DIOS y por eso al postrarnos a tierra nos rendimos a los pies del ETERNO PADRE.

Cuéntale todas y cada una de tus aflicciones con tu boca. Y se las contarás para que tú confieses tu fe en ÉL sabiendo que ÉL te está escuchando, porque ÉL ya conoce todo lo que te está pasando, ya te ha visto en tu aflicción pero está esperando de ti que le busques, que dejes de hacer todo lo que estabas haciendo, que pongas un “hasta aquí” a tu vida pasada, y que te vuelvas a ÉL.

Hoy DIOS quiere hacer un milagro en tu vida, en tu cuerpo, en tu mente, en tu espíritu, en tu alma, en tu familia, en tu trabajo, en todo lo que haces DIOS quiere renovarte, darte una nueva oportunidad para vivir a la manera de CRISTO amén.

Clama al Señor tu DIOS con todas tus fuerzas. Pídele al Señor tu DIOS: Hasta hoy nada haz pedido, dice el SEÑOR. Póstrate y pídele un milagro para tu vida. Hoy te invito a creerle lo que dice el título de este texto, cree con todo tu corazón que DIOS llenará tu boca de risas y tu lengua de alabanzas. Amén.

Haz conmigo la siguiente oración.

“PADRE: reconozco con mi boca que he pecado, pero te pido que perdones cada uno de mis pecados, lávame con tu sangre preciosa, haz de mí una nueva persona, quebranta mi vida, y hazme de nuevo, y en esta oportunidad quiero reconocerte como mi único y suficiente SALVADOR de mi vida, te recibo y te acepto como el DIOS de mi vida, escribe mi nombre en el libro de la vida, dame una nueva oportunidad para salir de este problema que me está atormentando de día y de noche, no permitas que el enemigo me destruya, sino que más bien, defiéndeme con tu DIESTRA, vísteme con vestido nuevo, colócame anillo en mis dedos y ponme corona alrededor de mi cabeza. Úngeme con aceite fresco, lléname de tu SANTO ESPÍRITU. Salva a mi familia, cúbreles con tu sangre preciosa, desde el más pequeño hasta el más grande. PADRE yo creo y confieso para mi vida que TÚ mi DIOS llenarás mi boca de risas y mi lengua de alabanza, en el poderoso nombre de CRISTO JESÚS. Amén, amén, y amén”.

Busca una iglesia cristiana evangélica donde se predique la Santa Palabra de Vida Eterna. Si lo que te predican no está en la Santa Biblia no es palabra de DIOS.

Que el centro de tu vida sea JESÚS el SEÑOR. Amén.

CARTA DEL DIRECTOR

EL DIARIO CRISTIANO

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