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9.11.14
YO TENGO UN HOGAR HOGAR BELLO HOGAR MÁS ALLÁ DEL SOL
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Aunque en esta vida, no tengo riqueza... sé que allá en la gloria tengo mi mansión. Más allá del sol, más allá del sol, yo tengo un hogar hogar bello hogar más allá del sol.
Con la letra de este precioso coro de inspiración del siglo pasado abrimos esta reflexión. Hoy día este coro ya casi no es cantado en las iglesias por dos razones: la primera es porque hay nuevos coros y canciones cristianas en este nuevo siglo como no lo hubo en el anterior y segundo porque éste en particular algunos ministros del evangelio lo han vetado por considerar que el evangelio debe predicar la prosperidad.
Y eso podría ser correcto, pero no lo es del todo, porque la pobreza no siempre es sinónimo de falta de prosperidad en la fe en Dios. El Padre Eterno nos promete prosperar así como va prosperando nuestra alma en los caminos del Señor. Amén. Pero la verdadera riqueza no está en las posesiones sino más bien en la riqueza en nuestra vida espiritual. Una persona puede ser pobre pero tener una riqueza espiritual infinitiva, y otra persona podría ser rica pero con una gran pobreza espiritual.
Lo cierto es que la pobreza y la riqueza son dos conceptos relativos. Pero si tú eres una persona que no importa tu condición social, no importa si eres rico o si eres pobre, de clase media, etcétera, pero si tú tienes la plena convicción que más allá de lo que poseas en esta vida DIOS te tiene un precioso hogar más allá del sol entonces este coro y esta reflexión es para ti.
Ni el auto más caro que poseas, ni la mansión más lujosa que tengas, ni los edificios, ni los aviones, yates, etcétera, nada de lo que tu hayas comprado con el dinero de este mundo nunca podrá compararse con el hogar que DIOS tiene preparado para ti en el cielo.
Además, todas las cosas materiales solo te sirven para vivir aquí en esta tierra pero la herencia eterna que DIOS tiene para tu vida, para la vida de tus hijas, tus hijos, tu cónyuge, tus padres, y todos tus familiares, tiene una duración infinita.
Así que no te preocupes si en esta vida no tienes riquezas. Estudia y trabaja con todas tus fuerzas y como si fuera para DIOS y DIOS te bendecirá, pero ten en cuenta que las riquezas de este mundo nada son ante la majestad del ALTÍSIMO DIOS.
Y guarda en tu corazón las líneas de este coro que cuando tu hayas concluido tu paso por esta vida, cuando el DIOS te llame a su presencia no te podrás llevar nada, ni tus autos, ni tus edificios, ni tus cuentas bancarias, absolutamente nada. Todo se queda aquí. Pero tú tendrás la dicha de tener un lindo hogar más allá del sol si has confesado con tu boca que JESÚS es DIOS.
Así que si tienes mucho dinero, alaba a DIOS y si no tienes, alaba a DIOS. Todos, ricos y pobres, somos herederos de la gloria del Santo y Eterno Padre que está en los cielos por medio de su único Hijo JESUCRISTO.
Hoy es un buen día para ti para hacer esta reflexión. Nunca te des por vencido en nada de lo que te ocurra en tu vida, nunca te dejes intimidar cuando las olas del mar se levanten contra ti, con o sin dinero, debes comprender que la vida es un regalo del DIOS TODOPODEROSO y todo lo que posees no es tuyo sino que de DIOS.
No importa lo que te haya pasado, levántante. No importa lo que estés viviendo confía tu vida al SEÑOR de los cielos. No importa cuán pobre seas DIOS te puede levantar y bendecir como nunca lo has imaginado. No importa si eres rico adora a DIOS y utiliza lo que DIOS te ha dado para expander su reino en esta tierra, un alma a la vez. Amén.
Y cuando llegue el momento de estar cara a cara en plena gloria con el CREADOR tú también podrás unirte al coro de un millón de ángeles: "yo tengo un hogar hogar bello hogar más allá del sol".
CARTA DEL DIRECTOR
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