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24.5.11

REFLEXIONES: MONÓLOGO DE UNA MUJER MODERNA

EL DIARIO CRISTIANO

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MONÓLOGO DE UNA MUJER MODERNA

Son las 6 de la mañana, el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared, estoy acabada, quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores.

Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos. La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina.

Y después se puso mejor, teníamos servidumbre, llegó el teléfono, las telenovelas, la píldora, la tarjeta de crédito, ahora el ¡internet!

¡Cuántas horas de paz!

Hasta que vino alguien a quien no le gustaba ni dedicarse al hogar, vino a contaminar a varias mujeres con ideas raras sobre 'vamos a conquistar nuestro espacio'. ¡Qué espacio ni qué nada!

¡Si ya teníamos la casa entera! ¡Todo el barrio era nuestro, el mundo a nuestros pies! Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nosotras para comer, vestirse...ny ahora... ¿Dónde están, dóndeeee?

Nuestro espacio... ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad, huyen de nosotras, como el diablo de la cruz, les damos miedo, tanta independencia acabó por hacerlos huir o en el peor de los casos ya no saben que ellos mantenían la casa y nosotras terminamos por mantenemos... pues ¡claroooo!

Esto acabó llenándonos de deberes, y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería crónica ¡aguda!

Antiguamente los casamientos duraban para siempre. ¿Por qué, díganme por qué, la liberación femenina?... Quién sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos... Estaba muy claro, cada quien en su sitio desde Adan y Eva... Liberación femenina... esto no iba a terminar bien, ¡claro que no!

No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, tipo modelo de revistas, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, además de morirme de hambre, ponerme hidratantes, antiarrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas.

Y, además, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, instalarme todo el día frente al computadora trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, que además ni son mis ¡pinches problemas!

Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor, ni tiempo hay). ¡Y mira que teníamos todo resuelto!

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas. Nos volvimos 'súper mujeres'. Pero con desigualdades de ingresos y, en la mayoría de los casos, siempre recibiendo órdenes de los hombres. ¡QUÉ PASAAAAAA! ¡YA BASTAA!

Quiero que alguien me abra la puerta para que pueda pasar, que corra la silla cuando me voy a sentar, que me mande flores, que me dé serenatas en la ventana. Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar. ¿Para qué había que demostrárselo a ellos, a ver para qué?

Ay, Dios mío, son las 6:30 am y tengo que levantarme... ¡que fría está esta solitaria y grandísima cama!... quiero a alguien que llegue del trabajo, que se siente en el sofá, que disfrutemos de una cena juntos, que me haga sentir mujerrr.... porque descubrí que es mucho mejor servirle una cena casera que atragantarme con un sandwich y una coca-cola light mientras termino el trabajo que me traje a casa, para variar.

No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas... y ¡abandonadas! Estoy hablando muy seriamente...........renuncio a mi puesto de mujer moderna.

¿ALGUIEN MÁS SE SUMA?...

Reenvíalo a todas las mujeres bellas y femeninas que conoces y a los hombres que creen que no necesitamos de ellos porque somos muy independientes a ver si les cae el veinte y nos apapachan aunque sea con una llamadita al celular

EL MONÓLOGO DE UNA MUJER… AUTORA DESCONOCIDA. SI TE HA GUSTADO ESTA REFLEXIÓN REENVÍALA Y COMPARTE. ENVÍANOS TÚ TAMBIÉN TU REFLEXIÓN A eldiariocristiano@gmail.com Y COMPÁRTELA CON LA COMUNIDAD VIRTUAL. DIOS TE BENDIGA.

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