Por Lic. Alex López.
Disfrazados de monstruos, fantasmas, esqueletos, brujas,
diablos y otros personajes de lo oculto y del reino de las tinieblas, miles de
personas en distintos países celebrarán este 31 de Octubre la fiesta de
Halloween.
A la vista de muchos una fiesta inocente y divertida en
donde se da la ocasión de disfrazarse, pedir dulces de casa en casa o asistir a
una fiesta de noche.
Sin embargo estoy convencido que toda persona que celebra
Halloween nunca ha visto un endemoniado. Porque de lo contrario, ni en sueños,
se disfrazaría de aquellos seres demoníacos que esclavizan y dominan la
voluntad de las personas, ni mucho menos dejaría a sus hijos participar en esta
fiesta pagana. Al ver un endemoniado toda persona se daría cuenta que Halloween
no es una fiesta inocente sino jugar con las personificaciones de seres
espirituales malignos al servicio de Satanás.
Ver a un endemoniado es algo espantoso. Cuando una persona
está endemoniada ha cedido por su conducta pecaminosa su voluntad a ángeles caídos
que se rebelaron contra Dios que se conocen como demonios y que entran a vivir
en la persona hecho que se conoce como una posesión demoniaca o el estar
endemoniado. Los demonios buscan controlar la voluntad de la persona y hacerle
mal a él y a los demás.
A una persona endemoniada le cambia la voz, el rostro, la
mirada y muchas veces realiza contorsiones en su cuerpo humanamente imposibles
de realizar. A la vez presentan una fuerza impresionante que no es de la de un
ser humano. Con gritos muy graves y con más de un tono de voz presente cada vez que hablan o gritan,
los demonios asustan a los seres humanos para que no tomen autoridad sobre
ellos y los echen fuera en el nombre de Jesús.
Por lo que le animo a que si usted es de los que celebran
Halloween, no sólo deje de celebrarlo este año aunque ya tenga comprado su
disfraz, sino que se convierta también en alguien que habla sobre la realidad
detrás de una fiesta que no es inocente sino una fiesta que da honra y exalta
sin que muchos lo sepan el reino de las tinieblas, el reino de la maldad cuyo
líderes el diablo.
Los cristianos sabemos que no existe demonio que pueda
permanecer en el cuerpo de nadie cuando se le reprende y se le ordena que salga
en el nombre de Jesús. Pero también sabemos que la Biblia enseña que no basta
con que una persona sea libre de un demonio, debe llenarse con el Espíritu de
Dios, porque el demonio que sale regresará para ver si la casa está vacía y si
lo está va y llama otros 7 demonios y vuelven a entrar en la persona y su estado
resulta peor que el anterior (Mateo 12:43-45).
Y por cierto, hay quienes hablan de transferencias de
espíritus. Que si oro por un endemoniado se me mete. O si alguien ora por mí
con un espíritu raro se me pasa. No existe base bíblica alguna para esto. De
hecho en el libro de Hechos de los Apóstoles se nos cuenta de siete personas
que estaban echando fuera demonios en el nombre de Jesús y de Pablo. Jamás se
les pasó el demonio a ellos pero sí los maltrató con tanta violencia que
salieron huyendo desnudos y heridos (Hechos 19:13-16).
Los que viven en Guatemala, los esperamos mañana a las 16:00
hrs. en la Fráter Ciudad San Cristóbal para el Festival de la Alegría en donde
hemos preparado un programa especial para todos los niños con dos obras de
teatro, alabanza, danza de niñas y más…
También los esperamos en la Media Vigilia por Guatemala de
20:00 a 24:00 hrs. Estará Miguel Cassina y Ricardo Rodríguez y tendremos
tiempos de oración. Véala en vivo en www.frater.org/en-vivo/
“Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre
expulsarán demonios” Marcos 16:17 NVI
“Designó a doce –a quienes nombró apóstoles–, para que lo
acompañaran y para enviarlos a predicar 15 y ejercer autoridad para expulsar demonios.”
Marcos 3:14 y 15 NVI
“Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino
contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de
tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.”
Efesios 6:12 NVI
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